LA ANALOGÍA DE LA PLANTA

 

Hay una serie de “pruebas” que se realizan tras una primera visita, hablamos de examenes de los cuales Noemi Merenciano nuestra doctora-quiropractica obtiene una serie de mediciones.

Para poder dar el servicio adecuado en Quiropráctica Mar Menor y su compromiso con la calidad, se lleva a cabo un examen de los cuales cada uno de los componentes de éste sirve para analizar, cuantificar y medir diferentes aspectos del sistema nervioso y su relación con la estructura espinal.

Ya que sois muchos los que tenéis dudas respecto a la medición que hacemos justo antes de ajustar, a todos vosotros os dedicamos esta entrada. A los que os preguntais: “ ¿Para qué sirve? ¿Qué indica?”

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La medición que hacemos cada día justo antes del ajuste nos indica dónde llevarlo a cabo.

La respuesta no es sencilla ya que no se trata de relacionarlo con cómo os sentís vosotros. Y “mediros” ni mucho menos se trata de una vuelta al principio.

Si os parece y con la idea de aclarar una serie de conceptos usaremos una analogía. En este caso con una planta y una serie de hipótesis.

Imaginad una planta en vuestro salón. La verdad es que la planta crece por sí sola, y vuestro trabajo realmente solo consiste en aseguraros de que tiene lo que necesita: luz y agua, por supuesto. No todas las plantas necesitan la misma cantidad de agua, e incluso, la misma planta, según la temporada, puede necesitar más o menos cantidad. Lo que sí es seguro es que regamos en función de la necesidad de la planta, no de la pinta que tiene.

Tocamos la tierra y si está seca, regamos. Así de sencillo. Si la planta necesita agua, se la damos, y si la tierra está húmeda, poco sentido tiene que le demos más, ¿no?

Imaginaros estas 4 posibilidades:

  1. La planta está seca y tiene un aspecto un poco pocho: sin duda regamos (AJUSTAMOS)

  2. La planta está seca y está preciosa: pues regamos también, y encima con la alegría de darle a la planta lo que necesita antes de que llegara a apocharse, ¿no? Estamos ayudándole a seguir bien (AJUSTAMOS)

  3. La planta tiene el agua suficiente y está preciosa: pues qué alegría. Que siga así. No tiene sentido que reguemos más sino dejarle seguir haciendo lo que mejor sabe: crecer (NO AJUSTAMOS)

  4. La planta tiene el agua suficiente, pero está pochita: esta es la que cuesta un poco más entender, al menos en nuestro cuerpo. En la planta tal vez esté bastante claro que por mucho que reguemos más no vamos a ayudarle, sino todo lo contrario. Solo nos toca esperar y seguir dejando que la planta haga lo que mejor sabe, pero desde luego, no darle más agua. (NO AJUSTAMOS)

¿Sabéis que en el cuerpo pasa algo parecido?

La medición que hacemos cada día justo antes del ajuste nos indica si hay necesidad de ajustar el Atlas o no, la vértebra que neurológicamente tiene un efecto mayor y más generalizado. Nada más.

Ni cómo te sientes, ni cómo vas, ni si has vuelto para atrás… sencillamente si hace falta ajustar el atlas o no Es algo parecido a tocar la tierra para saber si hace falta regar o no…

Seguiremos midiéndoos, ajustando vuestra columna y manteniendo juntos un estado de salud optimo.

¿Qué os ha parecido?

Os leemos en comentarios.

 
Noemi Merenciano